domingo, 31 de enero de 2016

Vida o muerte.

Hay que pensar bien las cosas porque sino lo hacemos todo se convierte en un caos, no podemos llevar a cabo un idea sin haberla meditado lo suficiente.
Debemos pensar en que pasaría si escogemos una opción u otra, pero no hablo de superficialmente viendo tan solo el lado positivo y saber que bueno que si que puede haber algo malo y dejarlo pasar,  sino que hay que ponerse en la piel pensando realmente en los pros y en los contras de cada opción, sintiendo el dolor que sufrirías con cada cosa negativa y sintiendo la verdadera alegría al pensar en la positiva y así con ambas opciones porque si, la vida es una desgraciada que la mayoría de las veces solo puede ser blanco o negro, las medias tintas siempre cojean de algún lado y es algo irremediable.
Una vez pensado todo hay que ver cual es el lado que te compensa más, en que parte serías más feliz eso es lo que tienes que buscar porque sino buscas tu mismo tu propia felicidad no la encontrarás jamás.
Luego está la parte de echarle huevos y decidirte realmente por una, aceptando todas las consecuencias de no haber escogido la otra parte y también las de la parte elegida.
Y lo más importante de todo es que no debes arrepentirte de haberla escogido, no puedes echar marcha atrás, jamás. ¿Porqué? Porque por algo lo has estado meditando tanto tiempo y hubo un momento en el que viste que ese camino te iba a dar mayor felicidad y si vuelves atrás estarías retrocediendo en ti mismo.
Joder, ¿pero es que no nos podemos equivocar? Si claro que si, ninguno de nosotros somos perfectos pero hay que tener algo claro y ese algo es que debemos ser fieles a nosotros mismos. Una decisión es una decisión da igual la transcendencia que tenga, la has elegido tu mismo y debes acatarla.
Mucho tendrían que cambiar las cosas para que te pudieras permitir dar un paso atrás y por cambiar me refiero a que esa opción anteriormente rechazada de un giro totalmente y resulte que ha superado a la escogida actualmente. Pero si la otra opción no ha cambiado y sigue siendo la misma no puedes permitirte a ti mismo fallarte de esa manera.
47.

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