lunes, 24 de octubre de 2016

Besar.

Por desgracia o por fortuna ya no sé lo que es besar con amor.
Esa sensación que te paraliza el cuerpo por tan solo unos segundos, que tu mente se quede en blanco y que lo único que quiera tu cerebro es que esa acción no cese.

Y es que besar se besa con amor porque besar por besar sabe a poco. ¿Qué duro no? Pero es la realidad, porque dime para que sirve el pasar un buen rato con una persona si al irte te sientes igual, que tan sólo te lo has pasado bien por unos minutos, por unas horas, por unos días si me apuras, pero acabas estando igual cuando llegas a casa.

Lo bonito es besar y que al irte a tu casa no dejes de pensar en ello, en querer volver a ese momento una y otra vez, en contar las horas para volverla a ver.

Y lo triste de todo esto es que la mayoría se acaba conformando con el efímero momento de felicidad y volver a casa sin más, porque amar también duele y a muchos les cuesta arriesgar, pero lo que no saben es que su sonrisa al final del beso cura cualquier mal. 47.

viernes, 21 de octubre de 2016

Sin respiración.

Nadie sabe cuánto duele perder algo hasta que no lo siente en su propia piel.
Es fácil de comprender pero a la vez difícil de imaginar, pues no creemos que nunca nos vaya a pasar. Está claro que si, que hay gente que puede llegárselo a imaginar pero lo que quizás no entiende es que pueda doler tanto que se te quiten las ganas de respirar y por ello intentamos vivir sin pensar, vivimos y no hacemos nada más, dejando pasar el tiempo sin querer que nuestro corazón y nuestra cabeza vayan al mismo compás.
Mi mente que es estúpida e incoherente quiere buscar ese fallo, ese fallo que me hizo patinar en mi búsqueda de la felicidad, pues quiere solucionar ese error que lo estropeó todo he hizo que lo dejara escapar. 47